jueves, 28 de junio de 2012

Fiesta inolvidable

Tras el considerado "partido del año" ante Rosario Central, estuve de vacacaciones y a la vuelta me encontré con una sorpresa, me convocaron de la página oficial del club para escribir sobre historia.

Eso dejó un tanto relegado este espacio, porque las notas se "encimaban" y hay que tener capacidad y tiempo como para redactar notas "hermanas". En otras épocas, en las que me dedicaba full time al periodismo lo hacía (escribía sobre básquet para El Sol y El Suburbano, por ejemplo). Hoy, con otras obligaciones y múltiples actividades, me resulta imposible.

Eso para explicar por qué Alma los Blancos quedó "congelada", aunque los datos de los partidos los pueden seguir encontrando en la página oficial del club, y lo que opino lo pueden escuchar por FM Sur.

Por otra parte, el motivo de reactivar este espacio es, claro, que Quilmes el sábado logró un hito inolvidable. Fue el 9° ascenso a Primera A, fue menos emotivo que el de 2003, pero el mejor de los últimos años y el que lo puede hacer continuar el proceso como casi nunca. Logró cifras impresionantes, que pueden leer en esta nota http://www.quilmesaclub.org.ar/futbol/5-estadisticas/1632-los-numeros-del-ascenso.html pero además es muy probable que pueda mantener un plantel tras un festejo, situación que sucedió muy pocas veces (tras subir en 1949 o 1965, ni siquiera post 1975 pasó) por diferentes motivos.

Hoy se juegan los partidos de ida de las promociones, qué lindo será verlas por TV, casi con indiferencia, mientras nosotros soñamos con los próximos partidos en el Torneo Inicial (eso es lo único malo de ascender, jugar esos engendros que sólo se le ocurren a la dirigencia del fútbol argentino).


Para finalizar, les dejo otra nota, que salió en El Suburbano de esta semana http://elsuburbanodigital.com.ar/2012/06/quilmes-siempre-vuelve-por-patricio-minig-periodista-e-hincha-cervecero/ mientras tanto, voy a seguir con los festejos, porque fui testigo de la mejor campaña de Quilmes en el ascenso de los últimos años (sólo quedó por detrás de los títulos de Primera B en 1949 y 1975) y porque -por fin- el destino tenía guardado un final con revancha y festejo para nosotros.