viernes, 23 de marzo de 2012

Se fue un pedazo de nuestra historia: Rubí Orlando Cerioni

El sábado 17 de marzo falleció, a los 84 años, Rubí Orlando Cerioni, uno de los jugadores más recordados de Quilmes, campeón de Primera B con el fantástico equipo de 1949 y pieza fundamental para salvar la categoría en 1950. En el Cervecero jugó 102 partidos y marcó 59 goles (5° en ese rubro en toda la historia de la institución).

Cerioni nació en La Plata, el 1 de mayo de 1927. Pasó por las inferiores de Gimnasia y Esgrima La Plata, desde donde se fue a River Plate y llegó a debutar en Primera División (jugó 1 partido en 1948 y otro al año siguiente).

En 1949 llega a Quilmes y debuta el 2 de julio, en una derrota por 4-2 en Floresta ante All Boys. A los 21 minutos (ya con el marcador 3-0 para los locales) marcó el primer gol en el QAC.

Cantatore, Santiago, Paraja, Cerioni y Santos
En esa temporada, el equipo brilló y Rubí -que tenía sólo 22 años- fue una de sus figuras, formando el ala izquierda con el experimentado Juan Ramón El Loco Santos de la inolvidable delantera conformada por Victorio Cantatore, José Santiago (debutaría el 30/7), Adolfo Paraja, Cerioni y Santos. En tanto que el equipo base se completaba con Rubén Tosta en el arco, el magnífico Pedro Dellacha y Bartolomé Costa como back, mientras que la línea media la conformaban Osvaldo Méndez (que llegó desde River junto a Cerioni).

El equipo de 1949, con 118 goles en 40 partidos fue uno de los mejores equipos de Quilmes en el ascenso (junto con el campeón de Primera B de 1975). De hecho al ganar 28 partidos, empatar 7 y perder sólo 5 obtuvo el 78,75% de los puntos (63 de 80, ya que en esa época se otorgaban 2 por partido ganado).

Cerioni continuó en el club en 1950 aunque se vio relegado por la llegada de otro ex River: Alberto Gallo, que se ubicó como insider derecho, mientras que Pirula Santiago pasó a ala izquierda, al lugar de Rubí. En los primeros partidos jugó poco y volvió en la fecha 27 (por única vez participó como wing izquierdo) en una derrota ante Racing (0-2), que iba camino a ganar el 2° campeonato en tres años.


Cerioni, penúltimo de abajo, antes de sus 3 goles a Tigre
En las últimas 7 fechas hizo 10 goles y con los 10 puntos (sobre 14) que consiguió el equipo, mantuvo la categoría. Su mejor actuación fue en la última fecha, Quilmes debía ganarle a Tigre para seguir en Primera A (el partido generó tanta expectativa que fue la máxima recaudación de la jornada) y lo goleó por 5-1 con un hattrick de Rubí.

Al año siguiente, tras 4 partidos (y un gol), se fue a jugar a Colombia, en una decisión que causó polémica y bronca en el club. El fútbol colombiano no tenía afiliación a FIFA y con ofertas que superaban al dinero que se ganaba en nuestro país sedujo a varios futbolistas (entre ellos Adolfo Pedernera, Alfredo Di Stéfano y Néstor Pipo Rossi).

El delantero dejaría su huella en Colombia, donde vistió las camisetas de Sporting de Barranquilla (1951-52) y Deportivo Cali (1952-54) y logró 47 goles en 67 partidos, pero a la larga volvería a su gran amor. El 25 de septiembre de 1954 se puso de nuevo La Blanquita N°10 para enfrentar a Atlanta en Guido y Sarmiento. Quilmes ganó 4-1 y Cerioni marcó el gol que selló el resultado.

Cerioni el día de su vuelta al club, en 1954
Al año siguiente, el 13 de mayo, se casó por civil con Haydee. Al otro día, jugó ante Talleres en Guido y Sarmiento (ganó Quilmes 1-0 con gol de Ismael Villegas) y por la noche se casó por iglesia.

En el Cervecero jugó 2 años más y tras la temporada 1956 dejó la institución tras 102 partidos (3 como insider derecho, 35 como centrodelantero, 63 en como ala izquierdo y 1 como wing por ese costado), 59 goles (17 en 1949, 1 en 1950, 4 en 1954, 16 en 1955 y 10 en 1956) y un título (Primera B 1949).

Su trayectoria continuó por México, donde vistió la camiseta del Atlas entre 1957 y 1959, luego pasó a Esporte Roma (Canadá, 1960), O’Higgins (Chile, 1961) y volvió al club canadiense, donde se retiró del fútbol en 1962 (a los 35 años).

Volvió a La Plata, donde pasó el resto de su vida con su esposa. Tuvieron 3 hijos (Eduardo, Daniel y Sandra), también tres nieto y dos bisnietas.

La familia del QAC despide con orgullo a uno de sus más grandes exponentes. Hasta siempre Rubí. Gracias por todo.

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