miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cortitas y al pie

Dirían en España, ¡enhorabuena!

Quilmes logró dos triunfos muy importantes en sus últimas presentaciones por varios motivos, pero el principal es que ante Defensa y Justicia se salvó un proceso que iba camino a ser “reseteado” y ante All Boys se le dio algo de consolidación.


Lo más importante de estos dos encuentros no fue cómo jugó el equipo (sigue habiendo demasiadas cosas pendientes todavía en ese rubro), fue el cambio de imagen. Después de partidos en los que parecía un conjunto de personas con poco carácter y totalmente despreocupadas, los jugadores ahora se muestran de otra forma (algo así como cuando se fue Pancho Martínez y llegó el Beto Pascutti), casi a la inversa.


Que el equipo no sea un vendaval, pero que se pare imponiendo respeto ya es un avance. Y a eso se suma que los resultados se empiezan a conseguir y a que los jugadores ya no se dejan pasar por encima por sus rivales.


El crédito está abierto. Quilmes no tiene un plantel fuera de categoría como en otras épocas que terminaron con grandes frustraciones, pero sí tiene uno de los mejores de la categoría. Ahora todo debe pasar por seguir con afán de mejorar y de pulir los detalles necesarios para que el conjunto se transforme en protagonista.


Que no sea un espejismo

Juan José Morales pinta para ser una cosa seria. Lleva cinco goles en siete partidos (paradójicamente, en la temporada pasada metió 6 en 19 encuentros) pero eso no es todo. Además, está jugando como un crack.

Es vivo, frío, calculador, potente, generoso... No me quiero extender. Si sigue así, será ídolo como Dante Fernández o Daniel Leani. Ojalá sus compañeros sepan darse cuenta que si al recibir poco juego es tan contundente, siendo bien asistido puede ser brillante...

Javier Ruiz

Simplemente, lo del árbitro del sábado fue patético del minuto 1 al 90 (y eso sin repasar las jugadas polémicas). No me gusta cuando miden a los referís con una lupa, suelo defenderlos mucho, pero lo de Ruiz fue vergonzoso.

Off Topic, 1926

Esta semana estuve analizando el período 1920-1930 de Quilmes. Detalle: a) “analizar” significa, releer, estudiar, repasar; b) ¡qué diferente era el fútbol!, más romántico, un poco más desordenado (aunque parezca imposible) y más “amateur” (lo de las comillas es a propósito).

Llegué hasta 1926, cuando el Cervecero tenía un equipo más que respetable conformado por Bottaso; R. Storgato y Draghi; Martínez, Ramos y Granuzzo; Sandoval, Estevarena, Vázquez, Quadrio y Ferraris.

De esos futbolistas, pese a que Bottaso fue arquero mundialista, varios marcaron una época en la institución (Draghi, Martínez, Ramos, Vázquez, Quadrio...) pero mi “preferido” es Leonardo Sandoval. Debutó en Quilmes en 1923, se afirmó en 1924 como titular indiscutido (fue una especie de Loco Santos en su época, con la salvedad que aparecía abajo a la derecha en las fotos) y se mantuvo como wing derecho fijo hasta 1933.

Uno de los principales objetivos de Alma los Blancos a futuro será completar los faltantes del período 1920-30 (son pocos, 2 partidos de 1924, los goles de otro de 1923 y algunos otros detalles) para poder reconocer como corresponde a estos futbolistas que hicieron mucho por la historia de Quilmes y que injustamente, sólo porque no cobraban dinero por jugar (o porque lo cobraban en negro), no son tenidos en cuenta. Paradójicamente, en estas épocas en las que tanto se reclama amor por la camiseta.

PD: claro que sí, después la revisión se hará “más hacia atrás”, donde también son pocos los faltantes del período 1900-1916 (el Quilmes en Intermedia entre 1917 y 1919 ya es más complejo).

No hay comentarios: